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Tónico

Los tónicos faciales son un paso esencial en la rutina de cuidado de la piel. Su función principal es equilibrar el pH después de la limpieza, eliminando los restos de impurezas y preparando el rostro para absorber mejor los tratamientos posteriores. Existen tónicos con ingredientes hidratantes, astringentes o calmantes, según las necesidades de cada tipo de piel. Algunos contienen agua de rosas, hamamelis o ácido hialurónico, brindando frescura y luminosidad. Su aplicación es sencilla: basta con usar un algodón o rociarlo directamente sobre el rostro. Incluir un buen tónico en tu rutina puede marcar la diferencia en la salud de tu piel.

Además de equilibrar el pH y refrescar la piel, los tónicos faciales ayudan a cerrar los poros y controlar el exceso de grasa, lo que los hace ideales para pieles mixtas o grasas. En pieles secas o sensibles, los tónicos con ingredientes hidratantes, como el aloe vera o la manzanilla, calman y suavizan la piel. También pueden contener antioxidantes, como la vitamina C, que ayudan a combatir los signos del envejecimiento. Su uso diario mejora la textura de la piel y potencia los efectos de las cremas y sueros. Incorporarlo a tu rutina es una forma sencilla de mantener una piel sana y radiante.

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