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Iluminador

El iluminador es un producto esencial en el mundo del maquillaje. Su función principal es aportar luz y resaltar ciertas zonas del rostro, creando un efecto de piel radiante y esculpida. Sin embargo, para obtener el mejor resultado, es importante conocer los diferentes tipos de iluminador y saber dónde aplicarlo según los rasgos faciales.

¿Qué es el iluminador y para qué sirve?

El iluminador es un producto de maquillaje formulado para reflejar la luz y dar un acabado fresco y saludable a la piel. Se utiliza principalmente para destacar ciertas áreas del rostro, logrando un efecto tridimensional que aporta luminosidad y mejora la apariencia general de la piel. Además de su función estética, puede ayudar a disimular el cansancio y darle vitalidad a la piel apagada.

Tipos de iluminador

Existen diferentes tipos de iluminadores según su textura y acabado. Elegir el adecuado dependerá de tu tipo de piel, el efecto que desees lograr y el tipo de maquillaje que uses.

1. Iluminador en polvo

Es el más común y fácil de aplicar. Se recomienda para pieles grasas o mixtas, ya que ayuda a controlar los brillos. Suele proporcionar un acabado sutil o intenso dependiendo de la cantidad que se aplique. Se usa con una brocha para difuminarlo de manera uniforme.

2. Iluminador en crema

Este tipo de iluminador es ideal para pieles secas o normales, ya que su textura cremosa se funde mejor con la piel. Brinda un acabado jugoso y natural, perfecto para maquillajes frescos o de efecto «no makeup». Se aplica con los dedos, una esponja o una brocha densa.

3. Iluminador líquido

Es versátil y puede mezclarse con la base de maquillaje para un efecto global de luminosidad o aplicarse directamente en zonas específicas. Se recomienda para quienes buscan un brillo natural y modulable. Ideal para todo tipo de piel, pero hay que tener cuidado en pieles muy grasas para evitar excesos.

4. Iluminador en barra o stick

Fácil de aplicar y práctico para llevar en el bolso. Su formato en barra permite una aplicación rápida y directa sobre la piel. Se difumina con los dedos o con una esponja. Suele ser cremoso y proporciona un brillo de intensidad media.

Dónde aplicar el iluminador según los rasgos faciales

La aplicación del iluminador varía según la forma del rostro y los puntos que se desean destacar. Aquí te damos una guía general de los lugares clave donde aplicarlo:

1. Pómulos

Para resaltar los pómulos, aplica el iluminador en la parte alta del hueso, justo por encima del rubor. Esto crea un efecto de elevación y esculpe el rostro.

2. Arco de las cejas

Colocar iluminador debajo del arco de la ceja ayuda a levantar la mirada y definir la forma de las cejas.

3. Lagrimal

Un toque de iluminador en el lagrimal ilumina la mirada y da un aspecto más despierto y juvenil.

4. Puente de la nariz

Aplicar iluminador en la parte superior del puente de la nariz ayuda a afinar y estilizar la nariz. Evita colocarlo en la punta si no quieres acentuarla demasiado.

5. Arco de Cupido

Resaltar el arco de Cupido (la zona en el centro del labio superior) hace que los labios parezcan más voluminosos y definidos.

6. Centro de la frente y barbilla

Un toque ligero en el centro de la frente y la barbilla puede aportar equilibrio y luminosidad al rostro. Sin embargo, si tienes la piel grasa, es recomendable evitar estas zonas para no potenciar el brillo natural.

Consejos para una aplicación perfecta

  • Menos es más: Es preferible aplicar poco producto e ir construyendo la intensidad según se desee.
  • Difumina bien: La clave para un efecto natural es difuminar correctamente para que el iluminador se integre con la piel y el resto del maquillaje.
  • Elige el tono adecuado: Los iluminadores dorados favorecen a pieles cálidas, los plateados a pieles frías y los champaña son universales.
  • Evita los excesos: Si tienes piel grasa, elige iluminadores en polvo y evita aplicarlo en la zona T.

Conclusión

El iluminador es un producto versátil que puede transformar el maquillaje con solo unos toques. Saber elegir el tipo adecuado y aplicarlo correctamente según la forma del rostro es clave para lograr un acabado profesional. Con estos consejos, podrás aprovechar al máximo su efecto y darle a tu piel un brillo saludable y favorecedor.

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